¿Por qué es recomendable iniciar tu propio negocio?
Saul Castillo • 22 de abril de 2020
El emprendimiento de un negocio es una actividad intrigante a la que, por desgracia, nos cuesta mucho acercarnos. Conoce algunos aspectos sobre los que debes reflexionar y que pueden determinarte a iniciar tu propio proyecto empresarial.

A pesar de esto, debemos entender que correr el riesgo, muchas veces, vale la pena. Tener la oportunidad de emprender un proyecto es un privilegio que no todos pueden darse. Y trabajar haciendo algo que te gusta, contigo siendo tu propio jefe, es un gran incentivo.
Queremos brindarte una noción más amplia de por qué vale la pena emprender una PYME y qué aspectos debes considerar. A continuación, te dejamos algunos puntos para reflexionar que pueden ayudarte a tomar una decisión.
¿Por qué las personas no se animan a emprender?
No te preocupes. No eres la única ni la última persona que teme hacer algo mal al momento de administrar PYMES. La verdad es que, muy seguido, ideamos muchas excusas con tal de no correr riesgos,
y es perfectamente normal.
Algunas razones pueden ser, por ejemplo, el hecho de que las personas consideran no tener tiempo para dedicar a una empresa. Así mismo, el hecho de no querer emprender el proyecto solas, no saber por dónde empezar o no creerse capaces.
En estos casos, lo principal es ser conscientes de que nadie nace capacitado para algo. En cierto momento, todos tuvimos que poner gran dedicación y esfuerzo para aprender nuevas disciplinas. Y esta práctica no tiene por qué ser diferente con el emprendimiento.
Es probable que, apenas derribadas estas primeras barreras, los obstáculos posteriores dejen de resultarte intimidantes. No porque ya no sean importantes, sino porque para entonces te sentirás apto para lidiar con ellos y seguir adelante.
¿Por qué sí emprender?
Después de haberte animado,
las oportunidades y beneficios tienden a ser mayores por sí mismos. En este caso, existen muchas razones por las que consideramos que debes animarte a emprender, pero hoy sólo mencionaremos algunas de ellas.
Primeramente, la cuestión del desarrollo personal. Porque, de forma independiente y previa a cualquier remuneración económica, lo más valioso radica en tu evolución.
No importa el alcance de tu primer negocio, la experiencia siempre te dejará enormes conocimientos
En segundo lugar, una incidencia positiva en tu comunidad. Con base en las necesidades que hayas identificado, de pronto cuentas con la oportunidad de ayudar a otras personas. Ser consciente de tu responsabilidad social genera una gran satisfacción personal.
Último y, desde luego: la retribución económica. En muchos casos, puede que éste haya sido el incentivo principal para poner en marcha tu proyecto y es comprensible. Sólo recuerda que, para obtener grandes resultados, requieres de una gran pasión.
Consejos para tomar la decisión
Antes que nada, ten en cuenta que
no porque te cueste hacer ciertas cosas, significa que eres incapaz de hacerlas. Toma tu tiempo para administrar tus horas, y trabajar tus áreas de oportunidad más significativas.
En este sentido, olvídate de categorizaciones tales como “desorganizado” o “impuntual”: no eres desorganizado, estás desorganizado; y tampoco eres impuntual, sólo estás siendo impuntual.
Igualmente, no te preocupes por cosas de las que no tienes control. La preocupación excesiva puede generar estrés y detonar episodios de ansiedad fuertes. Maneja sólo lo que esté en tus manos y sé constante, pero no mucho más allá de lo prudente.
Muchas veces, exigirte demasiado perjudica más de lo que ayuda. Pon el corazón en tu proyecto, pero no te empeñes en arruinar una gran experiencia.
Planifica
Anterior a hacer el
plan de negocios,
debes contar con una visión general de lo que quieres hacer. Esto te ayudará a conocer con qué recursos cuentas y cuáles aspectos de tu proyecto necesita mayor trabajo.
Posterior a haber identificado una necesidad, haz un bosquejo de cómo te gustaría que fuera recibido tu producto o servicio. Después, determina el presupuesto que se destinará a la empresa, y el modo en que se repartirán las tareas.
Recuerda que a cada componente de tu personal debe asignársele la tarea en la que se encuentre más capacitado. No te predispongas a asignar roles de trabajo, basándote en tu cercanía con otras personas. Dale prioridad a la calidad y eficiencia de tu negocio.
Así mismo, pon mucha atención en la ubicación de tu local, si es que lo vas a necesitar. Dale prioridad a la accesibilidad para tus futuros clientes. Además, asegúrate que el lugar pueda cubrir las necesidades de tu proyecto en materia de espacio y adaptabilidad.
Lánzate
Una vez pensados los aspectos iniciales, sólo queda atreverte.
Acércate a las personas que consideras pueden serte de ayuda y aprovecha todos los recursos gratis.
No temas explotar tu imaginación al máximo.
Recuerda que tu capacidad de innovación te ayudará a mantenerte actualizado en tu área.
El primer paso para concretar un proyecto que, más tarde, se transforme en un gran negocio es abandonar nuestra zona de confort. Y, para conseguirlo, hace falta de una idea genial que provoque una gran iniciativa.
Si ya tienes esta idea y además cuentas con la motivación para seguir adelante, hay pocas cosas que pueden detenerte. La principal y más difícil de superar son, precisamente, las barreras que construimos en nuestra imaginación.
Ahora que ya lo sabes, no pierdas la iniciativa y anímate a emprender hoy.