¿Cuál es la mejor forma de emprender tu negocio?
Saul Castillo • 15 de abril de 2020
El emprendimiento de un negocio independiente puede ser una tarea ardua, llena de incertidumbres y obstáculos variados. Conoce algunas recomendaciones para planear, establecer y prolongar la existencia de tu negocio.
En la época de la interconexión global, emprender un
negocio
resulta la opción más inmediata para la generación de ingresos. La cuestión radica en la extensa competencia actual para estos proyectos y la dificultad que plantea al nuevo emprendedor.
Así mismo, es importante considerar que, desafortunadamente, una gran idea no es suficiente. Los próximos emprendedores deben seguir una serie de recomendaciones que facilitarán el triunfo de su proyecto en el área respectiva.
A continuación, te dejamos algunos puntos que debes tener presentes al momento de planear un nuevo negocio.
¿Cómo se define un “buen” negocio?
Primero, hay que pensar en el concepto de “buen” negocio”, y cuáles son las características que lo componen. Se debe partir de la idea de que, si bien el negocio perfecto no existe, nada nos impide intentar alcanzarlo.
A grandes rasgos, un buen negocio debe contar con determinadas características, entre las que se encuentran: adaptabilidad al mercado, selección acertada de un sector, aplicación de una estrategia, calidad de producto y marketing inteligente.
De tal modo, lo más importante es la conciencia en cuanto al entorno. Deben identificarse los obstáculos con los que contamos, así como el modo en que podemos adaptarnos a nuevas circunstancias.
¿Cómo iniciar el mejor negocio?
Definitivamente, el momento más importante durante tu empresa será el punto de partida. Ahí, se delimitarán los parámetros trascendentales para la administración del proyecto.
Ten muy presente dónde se ubica tu punto de partida. De esta forma, serás capaz de reconocer la prioridad y el orden de los pasos posteriores a seguir.
Paso 1: Sé consciente de tus habilidades
Este es un paso fundamental, aunque desgraciadamente pasado por alto. Los integrantes de un equipo no siempre cuentan con las mismas habilidades, y
esto puede perjudicar el desempeño de una empresa.
Estas habilidades son importantes, particularmente, en la asignación de tareas. La delimitación de roles tiende a hacer la diferencia entre grandes negocios y aquellos que no consiguen sobrevivir el primer año.

Antes de empezar de manera oficial con cualquier actividad, asegúrate de conocer a tu equipo de trabajo. Reparte las tareas conforme a las áreas de especialidad de cada persona, y no a la cercanía que tengas con una u otra.
Paso 2: Desarrolla una idea
En general, todo gran proyecto parte de una gran idea. Sin embargo, no porque tú pienses que se trata de una gran idea, necesariamente significa que sea cierto. Para comprobarlo hay ciertos aspectos internos y externos sobre los que tienes que reflexionar.
Lo primero es tener muy claro el camino que se llevó a cabo antes de que pudieras concebir esa idea. No debes iniciar un proyecto sólo porque algo de pronto se puso de moda
ni porque pienses que comercializar algo te dará dinero.
Lo ideal es que desarrolles un proyecto basándote en una actividad que te apasione y en la que tengas experiencia. De este modo, te resultará más sencillo adaptarte e innovar en tu nueva área de trabajo.
Posteriormente, piensa en un producto o servicio que se relacione con tu área de especialidad. No olvides que tu elección debe hacerse, basándote en las necesidades de una comunidad o grupo determinado.
Paso 3: Escribe un plan de negocios
El plan de negocios es una descripción detallada del proyecto que se va a emprender. Es un
documento dinámico donde se describe el modo en que se operará en un período determinado. Además, ayuda a prever soluciones para dificultades futuras.
Por lo general, éste se compone de los siguientes puntos: resumen ejecutivo, descripción del producto o servicio, equipo directivo, análisis del mercado, plan de marketing, cronograma, análisis DOFA, financiación y conclusiones.
Cabe mencionar que, independientemente de si se trata de empresas grandes o PYMES, el plan de negocios resulta imprescindible para una organización eficiente.
Paso 4: Elige la locación adecuada
Cuando hayas hecho la planeación correspondiente, debes proceder a materializarla. Para esto, e independientemente de la modalidad que vayas a darle a tu empresa, es recomendable asignar un espacio físico.
De ofrecer un producto o servicio online, la asignación del espacio se limitará al área de trabajo de los involucrados. Pero si tu negocio funcionará de manera presencial, debes ser muy consciente de tus posibilidades financieras y los espacios disponibles.
Ten presente que el local
que selecciones debe responder a las necesidades de tu negocio. Éste debe dar una oportunidad de crecimiento, el nivel adecuado de competencia y cercanía para los proveedores. Y, por supuesto, debe resultar accesible para los clientes.
Paso 5: Busca inversionistas
Por lo general, en el caso de las PYMES, el emprendedor sabe que comenzará con el mínimo de recursos. Debido a esto, es importante conseguir algún tipo de financiamiento que te ayude a poner en marcha tu proyecto.
Así entendido, es recomendable contar con un fondo personal producto de meses, o incluso años, de ahorro. Pero si lo que necesitas es comenzar pronto, capital derivado de tarjetas de crédito, préstamos, capitalistas de riesgo, o donaciones, son siempre útiles.
Algunos consejos extra
- Cuenta con gente que te apoye. Cuando emprendes un proyecto de esta clase, te comprometes tanto en lo económico como en lo emocional. Mantente en comunicación con tu familia y/o amigos y acude a ellos cuando más lo necesites.
- Aprovecha los recursos gratuitos. La ayuda de personas capacitadas o el uso inteligente de las redes sociales son de gran ayuda para quienes recién inician.
- Compra un seguro. Asegúrate de contar con un seguro que cubra los riesgos básicos, según la modalidad en la que vayas a trabajar.
- Prioriza la contabilidad. Lleva un registro de todos los movimientos monetarios. Esta actividad puede ahorrarte muchos problemas en el futuro.
Estar a la cabeza de un nuevo negocio es una tarea compleja y puede llevar años de trabajo arduo.
El emprendedor puede ser poco o muy experimentado, pero esto no le garantiza ni el fracaso ni el éxito inmediatos.
Para la consolidación de proyectos independientes, lo más importante es la apertura y el interés. Para que tu negocio triunfe, debe apasionarte, no tanto tu idea inicial, sino la idea de tu negocio como producto útil.
¿Qué esperas? Anímate a emprender y darle forma a esa idea en la que tanto has estado pensando.